Con lo largo que es el día y con todo lo demás, es necesario llevar un kit de supervivencia no muy lejos, para cualquier imprevisto o retoque.
Para la novia:
Un abanico tiene que acompañar a la novia que se case en los meses de mucho calor. Nada más salir a la calle, el sudor puede estropear el maquillaje, así que el abanico le puede servir de aliado.
Cualquier granito que nos haya salido el día anterior, tiene riesgo de hacer acto de presencia en plena boda, así que, algo que llevar en el kit, es el maquillaje. Con él podrás tapar esas pequeñas imperfecciones de la piel, que con las horas van apareciendo.
Otra herramienta importante son los papelitos matificantes. Papelitos muy importantes para eliminar los excesos de grasa que salen con el paso de las horas y más sabiendo que vas a salir en muchas fotos.
Polvos compactos, lo mejor para aplicar una vez te has pasado los papelitos matificantes. Después de los papelitos, aunque éstos no quiten el maquillaje, sí lo hace la grasa, así que para volver a tener de nuevo la piel aterciopelada hay que reaplicar los polvos en el maquillaje.
Importante, al menos una brocha para poder echar los polvos.
Barra de labios. Después de tanto beso y tanto comer, el volver a utilizar la barra de labios hará que éstos estén más hidratados, al mismo tiempo que vistosos. Si puedes utilizar la misma barra de labios que te pusieron para maquillarte, mejor, porque parecerá que el pintalabios es duradero y aún no se te ha ido de los labios.
Un par de medias de repuesto para ponerlas en caso de que se rompan las que llevas puestas. ¡Imagina tener que dar la liga y llevar la media rota! En esos momentos, lo que hay que hacer es enseñar una pierna bonita y no una rotura.
Un pañuelo para secar las lágrimas y arreglar la máscara de pestañas corrida.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
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